La Combined Task Force Austral era una
poderosa flota aeronaval, que mantenía bajo vigilancia las rutas marítimas que
bordeando el Cabo de Buena Esperanza, -el accidente geográfico que marca el
límite de África por el sur- permitían el trasiego de mercancías entre los
océanos Atlántico e Índico. La única vía junto con el estrecho de Magallanes
para comunicar oriente y occidente, y que no podía ser bloqueada a conveniencia
como los canales de Panamá o de Suez o carecían de las incertidumbres de los
hielos del “Paso del Noroeste”. Desde el año 2030, más o menos, el planeta
vivía en una situación de hostilidades bélicas no declaradas. En una guerra de
hecho, sin guerra formal, entre un bloque de países occidentales o
pro-occidentales, y otro de naciones que se situaban desde el medio hasta el
extremo oriente y que, en su emerger económico y demográfico, habían puesto en
cuestión todo el “status quo” geo-político y las reglas de comercio
internacional heredadas del siglo XX.
[ Puedes leer este relato en el siguiente enlace:
https://onedrive.live.com/redir?resid=304588BCB78A24CE!8788&authkey=!AG9pnEAReg55xNo&ithint=file%2c.pdf ]
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