LA HORA INEXORABLE DEL RECAMBIO POLÍTICO QUE
EL PODER NECESITA...
Esa casta que se considera integradora de
"los amos de España", un grupo de familias que "por la gracia de
Dios" está por encima de las leyes y de los demás mortales, que tienen
derechos incuestionables, desde el "de pernada" hasta el de confiscar
todo a todos con absoluta impunidad. Esa caterva de ladrones y sinvergüenzas
que roba, expolia, defrauda, engaña, manipula y vive criminalmente como si tal
cosa, se está mostrando en todos sus excesos, pese a su resistencia, y no deja
de evidenciar su convencimiento de que nada debe, puede, pasar. Que tras el
escándalo inicial todo se acallará y su forma de vida no se verá alterada por
las reclamaciones del vulgo, masa informe que nunca comprenderá, ni aceptará,
su papel subordinado en el orden natural de las cosas.
¿Es que no somos capaces de entender que el
mundo siempre ha sido así? Que unos pocos detentan el derecho a poseer todo y
los demás debemos resignarnos a las migajas que se desechan desde su mesa
exclusiva, tras saciar sus apetitos excelsos.
Claro que la culpa es de esa canalla de
gestores, de esos administradores políticos que fueron encargados de actuar, en
este escenario de "la democracia", para que bajo la apariencia de
libertad y justicia, los intereses y privilegios sempiternos de los
"amos" quedasen inalterables. Así, pese a lo generoso de las soldadas
y retribuciones repartidas entre tanto advenedizo o empleadas en corromper, la
derecha política y su instrumento: el Partido Popular, no ha sido capaz de
controlar suficientemente a la prensa, ni los resortes de la Justicia, para
mantener el velo de silencio y ocultamiento tan necesario y eficaz en otras
épocas.
Ahora tienen que procurar que todo sea una
voladura controlada, de una organización devenida en ineficaz y podrida por las
desmedidas ambiciones internas que rebosan los limites en los cuales deberían
contenerse, mientras se trabaja, "a todo gas", para tener a punto
el/los recambio/s necesarios: unas nuevas ofertas políticas, jóvenes, modernas,
innovadoras, pulcras... y de derechas, que sean capaces de: -como se afirma en
El Gatopardo- "cambiar todo para que todo siga siendo igual".
Tranquilos, no es imposible, si algo queda
demostrado por la historia, es que esto ya se ha hecho en otras muchas
ocasiones, que poderoso caballero es “Don Dinero" y que el poder... si no
se ejerce... no es divertido. A quien Dios se lo dé, Rouco se lo bendiga.
...QUE NUNCA COINCIDIRÁ CON LO QUE NECESITA EL
PUEBLO
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