viernes, 7 de diciembre de 2012

UNA NOVEDAD EN LA NOVELA HISTÓRICA Y UNA REVOLUCIONARIA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA: “ÚLTIMA ROMA” DE LEÓN ARSENAL, EDITORIAL EDHASA.

Entre la añoranza del mundo romanizado y los estertores del imperio de oriente, en las postrimerías del siglo VI, en una Hispania dividida en etnias, tribus y culturas rivales, en un crisol donde debe fraguar un nuevo orden, sustituto de la “pax romana” y en la que el cristianismo juega a ser el factor dominante, León Arsenal sitúa el desarrollo de la trama de su nueva novela: “Última Roma”, donde la historia de ficción debe encajar perfectamente en la Historia real y los personajes, inventados o reales, asumen sus roles y sus destinos en una de las épocas menos conocidas por el gran público, reducida en las enseñanzas oficiales a una mera etapa de transición entre la dominación romana y la reconquista peninsular, con poco más que reseñar que la conversión del arrianismo a la ortodoxia cristiana y con una lista de reyes godos que aprender y recitar de memoria.


En “Última Roma”, algunos, pretenden recuperar el imperio romano de occidente y, seguramente también, la reunificación con el aún superviviente en Bizancio. La “Renovatio Imperii” es el sueño y el afán, y la existencia de una provincia tardo romana: Cantabria, la base territorial que sustenta esas pretensiones. El expansionismo interno de los visigodos que atacan y someten a los diversos pueblos peninsulares: vándalos, suevos, hispanos, cántabros, vascones, astures, araucones, bárdulos, sappi, galaicos, britones, puede ser el elemento que obligue a estos a unirse y aglutinarse, con el común denominador de invocar la protección de la Roma de oriente y dar comienzo al resurgimiento del añorado orden romano.

Un personaje muy especial, arquetipo de los grandes intrigantes de la historia europea: Flavio Basilisco, tejerá su red de espías, influencias, pactos y conspiraciones para llevar a cabo el propósito de la “Renovatio Imperii”. Como una fuerza de la naturaleza, Basilisco promoverá hechos y desencadenará acontecimientos usando a cuantos se hallan a su alrededor, incorporándolos por entusiasmo, aliándolos por intereses, allegándolos por afán de supervivencia o, simplemente, manipulando su percepción de la realidad. Junto con este “gran muñidor” otros personajes constituyen el elenco protagonista: Abundancio, el senador cántabro que quiere ser “el hombre” de Roma en Hispania; Mayorio, el militar y estratega que quiere emular los grandes hechos de armas de las legiones romanas y consagrarse para la posteridad junto con su caballería pesada, los victores flavii; Claudia, la britona que pertenece a la mítica saga de las Ghaobelas, mujeres guerreras, y que quiere encontrar al jinete que se aparece en sus sueños y unir su destino al suyo; Cala Bigur, el caudillo de los vascones que quiere poner en jaque el expansionismo visigodo; Maelogan, el bardo venido de la isla brumosa que fuera hogar de los britones y que conservará el recuerdo de gestas y batallas, componiendo una larga canción para rememorar, al calor de las hogueras, la épica historia de Claudia, guardiana de las mascaras mágicas, y de sus compañeros los britones instalados en la Gallaecia. El personaje real de esta historia, el rey Leovigildo, incorporado a la ficción representa el brutal encuentro entre esta y la realidad. Leovigildo es el nuevo orden, inapelable y ambicioso, el que consagra el final de la era romana y la consolidación de una nueva, sin marcha atrás aunque quiera conservar elementos sustanciales de “la romanidad”. Este rey -real- encaja a la perfección en la trama cohesionando todos los elementos narrativos.

León Arsenal ha escrito una novela histórica muy madura y equilibrado perfectamente los elementos documentales con los imaginarios para que la combinación de información cierta con ficción resulte dinámica, con buen ritmo narrativo y no apabulle al lector, sin desmerecer en rigor y capacidad divulgativa historiográfica. Con buena técnica narrativa nos hace “sentir” en muchas escenas las sensaciones que experimentan los personajes, como cuando a la orilla del mar Cantábrico sentimos en el rostro la frialdad de la brisa o las salpicaduras de la espuma que provocan las olas. Es de destacar la forma en que narra la batalla fundamental de esta historia. Como permite al lector imaginar con nitidez el despliegue, los movimientos y las tácticas de los contendientes, asistir a la carga de la caballería pesada y que, pese al imprevisto que transforma radicalmente el resultado, no perder detalle de cada momento del desenlace.

A las virtudes clásicas de una obra literaria, “Última Roma” incorpora una extraordinaria novedad tecnológica sin precedentes en la novelística y apenas experimentada en el ensayo o la publicación científica. Se trata de la incorporación de los códigos “QR” que añaden al texto escrito una fuente de contenidos presentados en formato multimedia: sonido, imagen gráfica y vídeo que se comunican instantáneamente al lector aprovechando las Nuevas Tecnologías de la Información (TIC): Internet y las llamadas Redes Sociales (RRSS) reconocibles ópticamente por los dispositivos de comunicación dotados de objetivos digitales, como las cámaras que se instalan en los teléfonos móviles Smartphones, Tabletas y ordenadores portátiles.

En las páginas de “Última Roma” se han insertado unos sesenta códigos QR. Estos códigos dan acceso a material externo, ajeno, y por tanto a la Red. Entradas de la Wiki pedía, mapas, diagramas, documentos sonoros, paneles de imágenes, ensayos on-line o vídeos  -en Youtube o producidos ex profeso para esta obra-, vinculan de forma directa la novela a la información contenida en estos soportes. La tradicional “nota al pie de página”, o “a fin de obra”, adquiere una potencia desconocida al incorporar, al final de cada capítulo, un código QR que accede a información aclaratoria y/o ampliatoria de la trama narrada, su contexto histórico, la cronología, las condiciones sociales, culturales y económicas, costumbres, efemérides, etc., rompiendo las limitaciones de la obra impresa y otorgando al lector la posibilidad de ampliar, a voluntad, su interés por los conocimientos conexos con la narración.

Veinte de los códigos QR llevan a entradas de la Wiki pedía sobre personajes históricos, tribus, circunstancias históricas, etc. Y para ello se ha usado QRpedia, que es una tecnología que reconoce el idioma en el que está configurado el móvil y redirige a la Wiki pedía en ese idioma, siempre que la entrada exista en ella. Otros códigos llevan a ensayos sobre temas específicos, colgados por especialistas online. Es decir, funcionan como los enlaces de las webs, conduciendo a material ajeno que se considera de interés. También hay un código QR que lleva a la Vida de San Millán, que es un libro medieval, sobre la vida de un personaje que aparece en la novela. Esta obra está en la web del Instituto Cervantes. Su inserción es también un experimento: situar un libro entero accesible a partir de otro libro.

Otros códigos QR llevan a paneles de imágenes situados en Pinterest. A una Revista de Prensa situada en Scoop.it, y que irá recogiendo reseñas, comentarios, críticas que aparezcan tras la publicación. Y a vídeos: veinte en total. Comentarios de especialistas (escritores, guionistas, editores) y el propio autor. A eso hay que sumar una introducción a cargo del director que ha supervisado la realización y postproducción de los vídeos. Un código QR en contraportada da acceso a la lectura del primer capítulo. Posibilita esta lectura sin romper el plástico ni manosear el ejemplar. Y otro código QR se encuentra en la solapa. Da acceso al perfil del autor, haciendo posible incluso contactar con él por email. Esto permite la mayor interacción entre lectores y escritor.

Y como mejor ejemplo, que menos que invitarte a probar estos códigos QR, capturando este: 


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