domingo, 26 de junio de 2011

EL CONSEJO ESTATAL DE MEDIOS AUDIOVISUALES, OTRA VICTIMA EN NOMBRE DEL FALSO LIBERALISMO.

Desde que en febrero de 2005, el informe del Consejo de Expertos para la Reforma de RTVE propusiera la creación de una autoridad nacional sobre el sector audiovisual y apuntara los criterios esenciales para determinar sus funciones y composición, la falta de iniciativa del gobierno socialista y la oposición de grupos de presión con intereses corporativos o económicos, han impedido que se pusiera en práctica esa recomendación. Han pasado cinco años para debatir y aprobar la Ley 7/2010, de 31 de marzo, General de la Comunicación Audiovisual y un año más sin que este órgano supervisor sea aún una realidad.

Ahora, al tratar el Gobierno de iniciar el procedimiento de constitución del Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, vuelven las presiones en contra desde posiciones ideológicas concretas y estamentos con intereses particulares al respecto. Así, ciertos sectores de la profesión periodística avisan del peligro de un sistema de censura sobre los medios audiovisuales, los empresarios que implementan los intereses económicos de los operadores privados reclaman, en nombre de la libertad de empresa, la ausencia total de cualquier regulación externa a las propias entidades empresariales, los partidos políticos nacionalistas, que si han constituido órganos de control propios en su ámbito territorial, se oponen a cualquier competencia de alcance para todo el territorio español y el Partido Popular alza la  bandera de un presunto liberalismo, en connivencia con los grupos mediáticos particulares más influyentes, para tildar de intervencionista y agente censurador al proyectado Consejo Estatal de Medios Audiovisuales, hasta el punto de afirmar, categóricamente, que lo suprimirá en cuanto que constituya el, que ya da por seguro, su próximo gobierno de España.

miércoles, 22 de junio de 2011

LA REFORMA LABORAL 2: TABLAS AMAÑADAS

Se acaba de producir la votación de la propuesta del Gobierno que reforma, una vez más, la legislación laboral, con recorte de derechos de los trabajadores, disminución de costes de despido, más fácil además, para los empresarios, aumento de las potestades discrecionales de estos y reforzamiento del monopolio sindical que detentan UGT y CCOO en un a modo de compensación postrera.

Con este acto, el gobierno desahuciado del PSOE insiste en seguir haciendo el trabajo sucio que el capitalismo le demanda, dejando tras de sí la tierra quemada que prueba su absoluta incapacidad de decidir autónomamente de sus servidumbres, las políticas con los nacionalismos de siempre y las fácticas con los grandes grupos económicos y financieros.

La partida acaba en tablas, según pretende hacernos creer el gobierno, pero es evidente que todo se ha amañado para llegar a este resultado, con la vana pretensión de que la resultante sea una victoria política de aplicaciones varias: para ZP, sacar pecho ante Europa-Merkel y seguir presumiendo de que logra cumplir sus compromisos; para el PSOE y el candidato Rubalcaba, ganar tiempo, procurando “no pisar demasiados callos” y seguir esperando un milagro de cara a las próximas elecciones.

sábado, 4 de junio de 2011

LOS EMPRESARIOS A LO SUYO O ¿QUIEN GOBIERNA AHORA?

Finalmente, los empresarios de la CEOE, han boicoteado la concertación social como ya hicieran hace un año. Pese a los cambios en la cúpula directiva, especialmente al cambio de presidente, la línea dura del empresariado español, esa que no duda ni por un momento que su papel está en el “carajillo party”, la CEIM, plegada a los intereses políticos y la apuesta de futuro de Esperanza Aguirre, ha logrado el fracaso de unos acuerdos que, por si acaso resultaran útiles para superar la crisis, piensan que beneficiaban al Gobierno del PSOE. La posición de estos empresarios no se disimula de ninguna manera, cuanto peor para la situación económica, el empleo y el consumo, mejor para la oposición política, el Partido Popular, que, en su opinión, debe llegar al poder con tanta mayoría que pueda apisonar, sin resistencia, los últimos vestigios del estado de bienestar y la democracia industrial.

El empresariado español representado por la CEOE (el que no se sienta representado no cuenta) se ha quitado la careta para jugar a fondo en el tablero político, aprovechándose sin pudor de la crisis financiera y económica para provocar que cualquier resurgimiento tenga dos efectos: la eliminación a largo plazo de cualquier opción política de izquierdas que pueda importunar a su partido en el poder, el PP, y el desmantelamiento del movimiento sindical que hace de contrapeso a sus deseos de discrecionalidad absoluta y autoritarismo sin límites en las empresas. En sus cálculos, estos objetivos se hacen más asequibles si amplias capas de la población sufren, hasta sus últimas consecuencias, los efectos de la crisis, el desempleo, las bajadas de salarios, la pérdida de poder adquisitivo, la presión de las deudas crediticias, especialmente las hipotecas, sin posibilidad de acceder o renegociar nuevos créditos, la merma de servicios públicos esenciales y su privatización, etc. Este proceso de “darwinismo social” en el que los más débiles serán sacrificados, procurarán que quede asignado en la memoria colectiva a la izquierda política y sindical y, cualquier recuperación que se produzca, siempre bien controlada por sus intereses inmediatos, atribuirla a los nuevos gestores para mayor y duradera gloria del Partido Popular.

miércoles, 25 de mayo de 2011

23 MAYO 2011 – EMERGE UNA ESPERANZA DEMOCRÁTICA PARA ESPAÑA

El vuelco que se ha producido en la situación política española, tras las elecciones locales y autonómicas de 2011, no tiene antecedentes en la breve historia de la democracia hispana y aunque la defenestración del PSOE puede compararse con la descomposición de UCD, tras la sucesión de Suarez por Calvo Sotelo, ni la situación del país, de la economía y de las relaciones político-sociales son las mismas, ni el estado de funcionamiento de las instituciones democráticas es similar.

La posición del Partido Popular, que representa a la derecha conservadora, resulta hegemónica en cantidad –gobierna casi la totalidad de las CC.AA. y la inmensa mayoría de los ayuntamientos- como en calidad, considerando así las cómodas mayorías absolutas de las que dispone en una buena cantidad de todos esos gobiernos locales y regionales. Por otro lado, la previsible victoria del PP, en las elecciones generales del año próximo, con una holgada mayoría que podría muy bien ser, también, absoluta, tiñe definitivamente a España de un azul conservador que tendrá inevitables consecuencias en todos los órdenes de la vida en sociedad.

Por mucho que el PSOE intente una recuperación en el año que queda de margen (siempre y cuando ninguna circunstancia obligue al adelanto electoral) no parece probable que pueda conseguir gran cosa. Es más, en mi opinión, lo más seguro es que el PSOE continúe sufriendo un elevado grado de desafección entre los votantes más fieles e, incluso, entre su base de afiliados. A la incapacidad de Zapatero para reaccionar como un estadista ante la crisis, se suma la propia incapacidad del partido socialista, como organización, para adoptar las medidas de urgencia, y profundas, que esa constatación requería. No sustituyó al líder fracasado, ni a su equipo, por otro más resolutivo, ni mantuvo las señas de identidad que le cohesionaban con amplias capas sociales que se sintieron abandonadas e, incluso, traicionadas. El convencimiento de una amplia mayoría de los españoles, de que los políticos socialistas se han convertido en una casta de “instalados” en los privilegios del poder, renegados de los objetivos históricos “de clase” y que forman una “nomenclatura” jerarquizada, acrítica y que tiene como único objetivo mantenerse en “ese poder” por todos los medios, es muy fuerte y apunta a dar por perdidas las posibilidades de regeneración real en el futuro inmediato. Aunque pueda parecer una previsión aventurada, las siglas socialistas pueden quedar relegadas a una minoría testimonial como sucedió, en su momento, con el PC.

domingo, 20 de febrero de 2011

AQUEL 23F, AUNQUE HAYAN PASADO 30 AÑOS

Algo más de las 5 de la tarde, un poco más de las cinco en punto de la tarde. Estábamos a punto de comenzar una reunión de la Comisión Negociadora del Convenio Colectivo Nacional de Grandes Almacenes. En la sala del Hotel Mindanao, alquilada por la patronal, nos íbamos agrupando los representantes de trabajadores y empresarios cuando llego Fabián, (ANALISTAS DE RELACIONES INDUSTRIALES, asesor empresarial), y comentó, con cierta sorna y sin darle demasiada importancia, que un guardia civil habría disparado al aire en el Congreso de los Diputados y armado un gran revuelo, “un aspirante a Pavía”, sentenció.

Como no terminaba de llegar todo el mundo, Serafín (compañero de Galerías Preciados, de Granada y de la UGT) y yo, salimos a tomar un café en el hall del hotel. Las conversaciones nerviosas de algunos clientes y los camareros nos alertaron. Se hablaba de un golpe de estado, no de un incidente y escuché claramente el nombre de Tejero, el protagonista de la “operación Galaxia”. Salí del hotel. Enfrente tenía aparcado mi coche, un repintado Morris 1300, y dentro un pequeño transistor. En RNE se escuchaba música clásica, en la SER me topé con una escueta crónica: un grupo de Guardias Civiles al mando del Teniente Coronel Tejero habían penetrado en el Congreso de los Diputados, llegado hasta el hemiciclo y tenían bajo amenaza armada al conjunto de la cámara, estaban pendientes de confirmación y poder ampliar detalles. Nada más. Miré alrededor con aprensión. Todo estaba “como normal”, el tráfico, la gente, pasaban de la forma habitual y nadie se apresuraba.

viernes, 31 de diciembre de 2010

“DOCE UVAS PARA UN AÑO QUE TERMINA... POR FÍN”

A “toro pasao” estas son, lógicamente, las uvas que nos comimos en la postrimerías de 2009 cuando iniciábamos 2010 y que pretendíamos “de la suerte”, para así depararnos un buen año nuevo que, por adelantado, se veía lleno de incertidumbres y malos augurios. Ha sido un mal año, seguro que para la mayoría y también para este país y aunque no coincidamos en las mismas uvas, la “mala uva” de cada uno se integrará en un conjunto similar y a cada cual nos sabrá, esta o aquella, mas ácida, menos dulce. ¿Serán las uvas de este fin de 2010 mejores, mas benéficas y reconstituyentes? Yo así os lo deseo a todos, que esta reflexión no es un ejercicio de pesimismo, pero si pretende señalar los grandes problemas a los que tenemos que enfrentarnos y corregir. Porque solo si los ciudadanos reaccionamos, nos unimos y luchamos, lo conseguiremos.

JUSTICIA: Si en algo está dando España la imagen de “república bananera” al resto del mundo, es en el funcionamiento de la justicia. La persecución y parcialidad con que se está sometiendo al juez Garzón a un grotesco procedimiento judicial, instado por la ultraderecha franquista mas ultramontana y la falta de rigor, y la benevolencia, con que se está tratando la corrupción desbordada de políticos y cargos públicos, nos convierten en el hazmerreir de todos los observadores internacionales cualificados.

domingo, 5 de diciembre de 2010

DES-CONTROLA COMO PUEDAS

Se acaba de abrir el espacio aéreo español, gracias a que el Gobierno ha puesto firmes, previa militarización, a los poco mas de cuatrocientos empleados públicos, que ejercen de controladores del trafico aéreo sobre nuestros cielos y limítrofes (no he oído ni un solo comentario, en los medios de comunicación, sobre los efectos del sabotaje, al trafico aéreo, en nuestro vecino Portugal) medida esta, que es la primera vez que se adopta en 32 años de democracia, que responde a la acción injustificable por la que, un pequeño grupo de profesionales, ha puesto en el filo del abismo a todo un país y creado daños económicos y personales a cientos de miles de particulares y de empresas, en los peores momentos de crisis de nuestra historia reciente.

Saltándose todas las normas legales de índole laboral y cualquier mínimo de prudencia y responsabilidad, los controladores aéreos abandonaron sus puestos de trabajo, como respuesta automática a la decisión del Consejo de Ministros de regular, por Decreto, el computo de sus horas efectivas de trabajo, para evitar que estas se pudieran considerar agotadas antes de terminar el año 2010. Los efectos inmediatos, en viernes, inicio de un puente de cinco días y principio de la época navideña, han sido devastadores y alcanzado niveles de catástrofe no solo nacional, al afectar a todos los vuelos, con destino u origen España, desde cualquier lugar del mundo. Ahora, las previsiones son que los controladores aéreos, de forma individual y personal, y su sindicato USCA, de forma corporativa, tendrán que responder de sus actos con consecuencias gravísimas, ya que además de las responsabilidades del ámbito laboral, les serán aplicadas las derivadas de lo previsto en el Código Civil respecto de daños a terceros que, en el mejor de los casos, alcanzarán reclamaciones económicas considerables y que podrían ver acumuladas sanciones penales.

viernes, 5 de noviembre de 2010

APUNTES PARA UNA POLÍTICA SOCIO-LABORAL Y SINDICAL DEL SIGLO XXI [1ª PARTE]

La formación por los trabajadores asalariados de organizaciones específicas, destinadas a la consecución y defensa de mejores condiciones de trabajo, -en su forma de ejecutarlo o en las contrapartidas a obtener a cambio del mismo-, así como a influir en las decisiones políticas de los gobernantes sobre materias que les son de sensible aplicación, en especial en lo referente a legislación laboral, políticas económicas y los servicios públicos sociales, esto es: la creación, desarrollo y promoción de sindicatos obreros, es un derecho singular que destaca de otros derechos similares de asociación, como pueden ser asociaciones de vecinos, de consumidores, de padres de alumnos, de juventud, etc.

La libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de asociación(1), son los pilares fundamentales que permiten la practica de la democracia en la pluralidad y amparan todas las posibilidades asociativas que respondan a intereses colectivos legítimos diferenciados y sirven para vertebrar la participación y la influencia de los ciudadanos en la administración pública, dentro de los términos legales que lo regulen.

APUNTES PARA UNA POLÍTICA SOCIO-LABORAL Y SINDICAL DEL SIGLO XXI [2ª PARTE]

Si la concertación social es clave en democracia para hallar las respuestas y afrontar los cambios, que la coyuntura socio-económica precisa, no lo es menos para poder llevar a cabo las transformaciones estructurales que aseguren la mejor adaptación a unas relaciones mundiales globalizadas, donde la división del trabajo entre economías desarrolladas, países emergentes y tercer mundo sufre rapidísimas variaciones y la interrelación entre todas las zonas del planeta hace imposible la decisión autónoma de los gobiernos y los modelos autárquicos. Por ello, en un modelo de regeneración democrática e impulso de la participación y mayor implicación de los ciudadanos en la política, habrá que promover al máximo el dialogo entre los agentes sociales, bien en las entidades en las que tienen presencia permanente (por ejemplo los Consejos Económicos y Sociales) como en relaciones directas entre estos y procurando la aportación de sus acuerdos y conclusiones a la labor ejecutiva (gobiernos) como a la legislativa (Parlamento y Asambleas Autonómicas), para su toma en consideración y enriquecimiento de las tareas que les son propias a estas instituciones. En la medida de lo necesario, la participación del/los gobierno/s en el proceso de dialogo y concertación, deberá hacerse con plenitud y buscando siempre el acercamiento y el éxito de las conversaciones, traduciéndose estas en acuerdos.

Pero la percepción que la ciudadanía tenga de esta política de concertación y dialogo social debe ser la de confiar en su eficacia y en que los interlocutores buscan realmente el bien común y la solución de problemas colectivos, por encima de sus conveniencias de grupo. Fundamentalmente este requisito se concreta en que las organizaciones sean ampliamente representativas de sus correspondientes estamentos sociales, democráticas en su funcionamiento, independientes en sus objetivos y autónomas en sus decisiones.

La representación de los empresarios debe atender, de forma claramente diferenciada, la distinción entre las grandes empresas nacionales o supranacionales y la pequeña y mediana empresa, así como su implantación territorial y la especialización de sus actividades dentro de los tres sectores tradicionales. No debiendo admitir la monopolización de hecho, de estos, en solo una, o muy pocas, organizaciones patronales. Así mismo es necesaria la incorporación de organizaciones de trabajadores autónomos y profesionales por cuenta propia, que deberán cumplir, obviamente, los requisitos antes enunciados.

Pero es la revisión del modelo sindical lo que se hace mas necesario y ello en base a tres motivos fundamentales. Uno es que el modelo actual es reflejo de una época y circunstancias determinadas: la transición. Otro es el segmento de población teóricamente representado: los asalariados con sus circunstancias familiares indisociables, lo que supone mas del 90% de la totalidad de la población del país. Y, por último, el hecho conocido de la escasa valoración de la labor sindical y que las organizaciones de trabajadores aparezcan en los puestos de menor, o peor, valoración, de la opinión pública, de forma sistemática.

El modelo sindical en España se mantiene inalterable desde la transición, sin que durante estos treinta años haya tenido modificaciones significativas ni se haya adaptado a los tiempos y los cambios que ello conlleva y, al referirnos al modelo, hablamos en esencia de la actividad dentro de la empresa, como se instrumenta, quién la ejerce, que la inspira y como vertebra la influencia de los trabajadores mas allá de su muros en el sector de competencia y actividad. Dicho modelo está muy marcado por la tradición de lucha política contra la dictadura y las practicas de la clandestinidad, así como del enfrentamiento entre dos formas distintas de entender la organización y la practica sindical, las de las Comisiones Obreras, CC.OO., versus las de la Unión General de Trabajadores, U.G.T. El decisivo apoyo del P.C. y por extensión de las CC.OO. a los Pactos de La Moncloa y al proceso de reformas de Adolfo Suarez, hicieron prevalecer una concepción “unitarista” de la labor sindical bajo la excusa de evitar el fraccionamiento de la clase trabajadora, que llevo incluso a la oportunidad de heredar toda la infraestructura de los sindicatos franquistas -”... con los ascensores en marcha...”- para una sola organización, aunque plural. La decidida oposición de la U.G.T que alcanzó un pacto con la representación empresarial, la C.E.O.E., y el respaldo incondicional del P.S.O.E. a este acuerdo, (Acuerdo Básico Interconfederal, ABI, 10-7-1979), forzaron finalmente un equilibrio de intereses, que se plasmó en la Ley 8/1980 de Estatuto de los Trabajadores, ET, donde se reconocía una doble figura para la representación y la acción sindical, los Comités de Empresa (Delegados de Personal en las de menos de 50 trabajadores) y las Secciones Sindicales en las empresas. Posteriormente, ya con el P.S.O.E. en el poder, se legisló la Ley Orgánica 8/1985 de Libertad Sindical, LOLS, que pretendía desarrollar la parte del modelo mas sensible para la U.G.T.

A pesar del tiempo transcurrido, esa doble figura para la acción sindical, Comités y Secciones sindicales, sigue siendo fuente de conflicto y desorientación y ha generado una práctica perversa consistente en tratar de controlar el órgano unitario (comité de empresa), o los representantes unitarios (delegados de personal), para “vender” a los trabajadores una determinada opción sindical, por contra, las opciones minoritarias se ven tentadas a tratar de hacer fracasar esa opción dominante, boicoteando la labor del comité y/o delegados. Son demasiadas las ocasiones en que los interlocutores empresariales asisten a la pugna entre secciones y comités por protagonizar la negociación, siendo exigidos, al tiempo, a tomar postura en algo que ciertamente no les compete, y temiendo el fracaso del dialogo y la imposibilidad de acuerdo. Esta doble figura es uno de los elementos necesarios de reforma y clarificación, lo que supone también cambios en el sistema de elecciones sindicales, con el objetivo de simplificar la determinación de la representatividad sindical y hacer esta mas plural y abierta a la diversidad del mundo laboral.

Porque ese modelo sindical, además, establece una función universal de los sindicatos en cuanto al efecto de sus cometidos. Salvo por los servicios que directamente prestan a sus afiliados, lo que hacen es de aplicación al conjunto de los trabajadores concernidos, tanto si les gusta a estos como si no, y no hay distinción entre afiliados y no afiliados a la hora de ser afectados/beneficiados por lo conseguido, como por ejemplo ocurre con la negociación colectiva. Este servicio universalizado presenta diversas incongruencias a corregir: solo los afiliados contribuyen al sostenimiento y actividad sindical, pero no reciben un trato diferenciado; los no afiliados no aportan esfuerzo económico en contrapartida a lo que reciben; tampoco participan de la toma de decisiones orgánicas que finalmente se imponen a las decisiones de asambleas generales; la burocracia sindical ajena a la empresa es determinante en la controversia sobre las medidas que se adoptan en el ámbito de la misma; las secciones sindicales carentes de personalidad jurídica propia (por imposición de la LOLS), no pueden oponerse a sus Federaciones o Confederaciones Sindicales, ni tampoco constituirse en Sindicatos de Empresa libremente adheridos a organizaciones supra-empresariales; la capacidad legal de Comités de Empresa y Delegados de Personal para desvincularse o adherirse a acuerdos de las grandes Confederaciones se impide regularmente.

La situación actual, generada por lo anterior, es que solo dos organizaciones sindicales, CC.OO. Y U.G.T., determinan con su participación en los foros correspondientes, la totalidad de las decisiones que afectan al conjunto de los asalariados (en la Función Pública no se puede excluir la participación de CSI-CSIF), pero lo paradójico es que ambas, juntas, no llegan a afiliar al 20% de los trabajadores asalariados. Con tan escasa integración ¿Por qué monopolizan en la práctica el dialogo social y la concertación? ¿Como es que decenas de miles de otros sindicatos legalizados y registrados ante la autoridad laboral, no cuentan para nada? ¿Como se comprueba la aquiescencia del mas del 80% de trabajadores no afiliados a CC.OO. y U.G.T. a sus actuaciones? Lo cierto es que se da, en la práctica, un monopolio a dos de la acción sindical representativa sin que haya mecanismos efectivos para que los trabajadores se pronuncien sobre la misma y si es la afiliación, la muestra de conformidad, esta es indiscutiblemente baja. Una consecuencia agregada es la necesidad de financiación extra-cuotas de los sindicatos, su escasa afiliación no les cubre una actividad extendida al conjunto de los asalariados y justifica la existencia de subvenciones públicas de todo tipo y con mayor o menor grado de transparencia y equidad, lo que alimenta a su vez la sospecha de dependencia económica y pone en entredicho su independencia y autonomía, ya debilitadas por la marcada correlación política entre los cuadros medios y dirigentes sindicales con opciones políticas concretas.

Solucionar las carencias democráticas de unas organizaciones cerradas y jerarquizadas, estimular la participación y afiliación sindical, asegurar la autonomía y prevalencia de la organización de base frente a la super-estructura, simplificar las elecciones sindicales y ampliar el espectro social representado, dotar de mas pluralidad a la concertación y el dialogo social, dar garantías al afiliado individual dentro del sindicato, son los aspectos esenciales a tener en cuenta para un nuevo modelo de sindicalismo, mas acorde con el siglo XXI, las nuevas exigencias de una economía globalizada, las circunstancias socio-económicas-culturales de una clase asalariada muy lejana del proletariado del finales del siglo XIX, primeros del XX y del empeño de regeneración y profundización del sistema de libertades que constituye la democracia.